lunes, 11 de mayo de 2009

El estigma del perdedor. Por Arthur stone.

Había un fuerte olor a pólvora. Las armas eran de varios calibres. La mayoría suficientes para matar a un hombre sin tener demasiada puntería.
Probablemente había fusiles de asalto y escopetas de perdigones.
Puede que sus balas tuvieran un corte en la punta hecho a navaja, que haciera que al dispararlas se abrieran y provocaran heridas mucho mayores.
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!
Habían caído dos polis, sin duda era un gran tirador.
Pero le habían dado en la pierna. Ni siquiera le dolía, aunque iba dejando un regrero de sangre negro por el suelo.
Las sirenas de la policía sonaban no demasiado lejos y los focos iluminaban trozos de la pared trasera del banco.
El dinero también se le caía, y se mezclaba con la sangre.
-¡Tira las armas! ¡Aún estás a tiempo!
Por toda respuesta se oyó una serie de tiros que fueron contestados ampliamente por la policía.
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!
_"No voy a entregarme" pensó, para bien o para mal, él era de esa serie de tipos duros que luchaban hasta el final aunque vieran que se encontraban en un callejón sin salida.
Era viernes, quizá un mal día para morir, menos mal que todo esto era fruto de su imaginación y en realidad se encontraba tomando una cerveza, algo soñador con el
único problema que su chica estaba algo cansada de sus viejos amigos, y en particular de prometerles que pasara lo que pasase cuidaría de él.

1 comentario:

  1. Los viajes astrales de terraza, je, jee...

    Esas almas pacientes que saben lo que tienen entre sus brazos.

    Saludos!!

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