El capitán está ebrio.
En el ánimo de toda la tropa se extiende una mueca de indisciplina.
Los soldados con aire ocioso saludan a las chicas. Las cornetas quieren ser ramos de flores.
Las ordenes son insidiosamente bellas. Todos recorren las calles en busca de putas.
Botellas de vino recorren la formación y canciones obscenas turban a las viejas.
El capitán está ebrio.
Y mañana cuando vuelva a estar sereno todos volveremos a nuestros puestos en la línea de combate
mataremos a nuestros enemigos, o moriremos nosotros, con la misma sobriedad que miran a los ojos los hombres.
El ciclo del agua
Hace 5 años
Me ha encantado este poema.
ResponderEliminarsaludos!