sábado, 13 de junio de 2009

Tráete los nidos de las golondrinas. Por Arthur stone.

Cuando la monotonía cierre mis ojos
y ya ningún detalle del mundo sea posible
cuando todo sea una simple línea en el horizonte
y la indeferencia como una niebla, me prive de los colores y las formas
la muerte será casí un remedio para esta farsa
donde los fantasmas caminarán a diario
hasta que vengas TU
trayendo contigo el amor que todo lo preña
y tu belleza volverá a sembrar todo
abriendo mis ojos a sus antiguas luces y sombras
que se levantarán altivas, en el nuevo día
que comienza porque tú lo miras
y contigo volverán, en el lindo amanecer, hasta los nidos de las golondrinas.

domingo, 7 de junio de 2009

Noche de miedo . Por Arthur stone.

cuando me dormí soñe que escuchaba voces.
Las voces que me llamaban estaban presas del miedo. La verdad que cuando miré el lugar en cuestión, éste no podía eludir el aspecto entre un paisaje lunar y algo parecido a un cuento de Poe.
Había una extraña estructura con paneles solares que bien podría ser algo del diablo o del espacio.
Evidentemente estaba totalmente alejado y en la oscuridad también podía escucharse el inquietante ruido de una puerta abriéndose y cerrándose.
Pero si de algo sirve la literatura es para eliminar ciertos reparos hacia los monstruos y las apariciones de la noche.
Seguro que me comprendeís cuando os digo que yo disfrutaba de aquel ambiente lúgubre, de sus sombras, de sus ensoñaciones, y me era familiar su eco, encuadrado dentro del ámbito de la ficción.
Las voces continuaban llamándo y pidiendo llenas de pavor, mi ayuda. ¿Quíen serían.?
Eran dos. Tenían unos cuarenta años cada uno. Unos trabajadores que estaban instalando un sistema de seguridad que funcionaba con un rayo laser. Parece que a ellos no les gustaba tanto aquel ambiente romántico como a mí. Cuando finalmente me acerqué me contarón que habian oido extraños ruidos y me dijeron que como yo era el que velaba por su seguridad, debía ir a echar un vistazo. Di la vuelta bastante incrédulo. Evidentemente no había nadie, eran unos miedicas. Cuando volví me obligaron a quedarme con ellos. Creían que les iba a pasar algo. Ellos temían algo incierto, una especie de sensación que les prevenía contra lo que aquel lugar parecía exhalar...
Próbablemente pensaban que Jack el destripador podría aparecer en cualquier momento y cortarles la garganta. La gente tiene miedo cuando está en un lugar oscuro y no cuando fuma demasiado o pasa varias horas al volante porque quiere llegar pronto a la playa. Yo en cambio lo tenía hacia algo tan prosaico como los coches apilados por todo el recinto, que estaban allí por culpa de los accidentes. Eran cientos tal y estaban como los dejaron sus dueños, cada uno con una historia propia, que podía leerse en todos sus enseres, con un aire inenarrable, sobre la panóramica de lo que se dejaron allí y nadie reclama, con los CD de sus grupos preferidos y las gafas de sol, con sus pañuelos, sus botellas de agua, o los patinetes de los niños y las cremas antienvejecimiento de sus mamas. Un buen aviso para todos los que somos aficionados a conducir.

The white stripes.

miércoles, 3 de junio de 2009

El chino. Por Arthur stone.

Apareció en la carretera vieja. Era el cadáver de un chino."_ Joder todos los chinos son iguales" pensó Paco. Estaba indocumentado y sospechaban que venía de un chalet a varios kilómetros de distancia por un asunto de drogas, pero claro todo eran hipótesis. Era domingo y su posición de jefe le permitía ciertos privilegios, estaba escuchando "el largero" sin mostrar demasiado respeto por el difunto de cuerpo presente, a la espera de que llegara el juez para el levantamiento. La verdad es que a lo largo de su carrera había conseguido mantener una imagen impecable y era muy apreciado por sus compañeros. Era bueno en su trabajo y había ascendido porque era lo suficientemente prudente para dejar que las decisiones importantes las tomarán otros. Los años de experiencia le habían hecho adoptar un aire flemático ante cualquier hecho, máxime después de su esposa enfermara muy joven de una enfermedad nerviosa, que para el resto de los mortales sería calificada lisa y llanamente como estupidez. No en vano le tocaba a él hacer la comida y las tareas de la casa además de cuidarla. ¿Qué si no tenía asistenta? La tenía, pero también tenía que hacerse cargo de su madre y de las hermanas de ella que todas eran octogenarías, además de su propia hija que ahora estaba en plena adolescencia.
La verdad es que Paco se estaba pensando muy seríamente acogerse a la antigua ley del estado que le facilitaba la prejubilación a los cincuenta seis años, la edad que ahora mismo tenía.
-Ah! dijo su subordinado, quizá se lo han cargado para hacerse con su pasaporte amparándose en el parecido físico...

Patti smith cantando a los rolling .

Telegrama hacia ninguna parte. Por Arthur stone.

Había tenido una infancia tormentosa y la desgracia de ser huérfano y después siendo educado por sus tíos sufrió con creces los efectos de la hipócrita moral imperante en la sociedad capitalista. STOP.
Su corazón herido buscó entre la basura una verdad alternativa, y casi murió persiguiéndola. STOP.
Halló entre las sombras chinescas de los callejones una belleza efímera en la nada del mundo y los mensajes de la muerte. STOP.
No encontraba nada en lo que creer. No encontraba nadie a quien admirar. Tuvo mucha fiebre, contrajo la ebriedad de Rimbaud, luego saltó, bailó y gritó. STOP.
Sus rasgos convergieron con la monstruosidad, porque era alguien auténtico y sin barreras morales, eliminada cualquier mentira dejó salir el mal. STOP.
Entonces el mito había nacido, él se había convertido en su propio enemigo. STOP.
Le llamaron las voces de la debacle y las heridas de la irresponsabilidad. STOP.
Al final descubrió que la vida era una broma y se compró una casa y un coche. STOP.
Confiado en el refugio que la ternura le ofreció, estuvo apunto de ser igual de falso que los que tanto odiaba. STOP.