martes, 31 de marzo de 2009

Gran torino clint eastwood

Dicen que como actor esta es su última película. La pena por la pérdida de un actor de su grandeza se calma un poco por la buena despedida. Gran torino es una gran película. La mejor película que he visto en mucho tiempo. Quien halla visto el trailer se habrá dado cuenta de que es una película sobre el racismo y tal vez sea halla llevado una impresión equivocada. Parece una película desagradable, y aún siendo muy dura no es desagradable en absoluto. Tal vez varios factores unidos consiguen el efecto deseado. Clint ha hecho ya varias películas en las que los protagonistas son un adulto y un niño. La magia de estas relaciones enseguida nos brinda grandes dosis de ternura, lo que unido a un infalible sentido del humor van preparando a los expectadores para una soportar dúlcemente una posible tragedia.
Además pone el dedo en llaga, en estos tiempos de crisis seguro que muchos americanos tienden al racismo y la xenofobia, aunque probablemente no todos ellos tengan la suerte de entrar en la senda que lleva a nuestro protagonista a conocer el lado bueno del extrajero e incluso a admirar a la cultura y los individuos que son distintos a nosotros.
Hay una maravillosa complejida en el racismo del viejo americano. Una espina clavada antes de ser tocada, que sin embargo tiende a ocultar muy en el fondo una actitud heroíca que puede llegar incluso a mirar algo por encima de sus propios prejuicios.
Poco a poco que se descubre que él está solo en contra de los malos, principio algo ingenuo pero
útil para el día a día. Probablemente lo bueno que hay en el niño que es su amigo, se convertirá en malo cuando se haga mayor, si nadie puede evitarlo.
Y también hay americanos malos, puede ser que después de todo quizá sea una cosa de marginados.
Finalmente la película guarda una sorpresa, algo así como el sabio consejo del viejo hombre civilizado que ha aprendido algo sobre la vida y el lugar en donde vive.

lunes, 30 de marzo de 2009

Tokio blues haruki muhakami

He terminado este libro en una sola noche. Es una novela bonita. Lo primero que me ha impresionado es su humildad. Su autor es japonés y tal vez es el efecto de su cultura, no lo se.
Pero el protagonista tiene una modestia que se refleja incluso en la forma de escribir. Es en primera persona y carece de todo tipo ornamentación innecesaria. Diríase que no pretende gustar. Es sencillez no abunda en los escritores y eso es algo digno de admirar.
Lo curioso es que no es un japonés al uso, más bien uno moderno. Sus gustos son totalmente americanos. Le gusta la literatura americana y el jazz.
Incluso yo me he podido identificar con sus lecturas, innumerables veces habla de el guadian entre el centeno y de la montaña mágica, aunque su libro preferido es el gran gastby.
La novela comienza con una historia normal de un estudiante universitario en sus años de carrera en el Tokio de los años sesenta.
Sin embargo cuando avanzas en su lectura descubres que la muerte y en concreto el suicidio es una de sus obsesiones. Me gusta mucho el contraste que plantea entre el amor y la muerte.
Además para el personaje todo esto sucede en secreto mientras trata de mantener una vida normal. Para él que esta enamorado de una hermosa mujer recluida en una institución a causa del suicidio de su novio (su mejor amigo) eso es como una dimensión paralela que sucede en más profundo secreto de su corazón.
Más adelante el erotismo inunda la escena. Todo esto hace una novela en su conjunto muy inquietante, aunque bonita. Tiene algún pequeño pasaje de humor y ahonda en el crecimiento emocional de los seres humanos.
Al final es una historia profunda que a pesar de triste deja buen sabor de boca.

lunes, 23 de marzo de 2009

1984 george orwell

Winston smith termina amando al gran hermano y por lo tanto hemos de creer que el inmenso engranaje del partido ha vencido al individuo.
Eso es lo importante, ese el punto más alto de su reflexión, en el que nos sugiere el peligro que corre el hombre común en manos de un sistema desnaturalizado.
Ese final es la desesperada denuncia de un hombre de talento, de un intelectual que tuvo el coraje de luchar en nuestra estúpida guerra civil del lado del pueblo y en contra del fascismo.
Orwell intuyó la desidia del intelectual encerrado en su biblioteca, tal vez cogsciente de todos los males pero resignado ante el inesperado giro de una política arbitraria.
Orwell intuyó que la solución era un hombre comprometido con su tiempo y capaz de dar su vida por un ideal y por la pequeña esperanza de un mañana más justo y mejor.
La esperanza está en los proles, se repite a lo largo de la novela y con ello nos recuerda las personas son lo importante por muy civilizado y complejo que llegue a ser el mundo.
No puedo leer 1984 como una obra de ficción por muy extraño que parezca. Artaud decía que no se podía separar al hombre de su obra y decía bien. 1984 es el siglo xx visto desde los ojos de un genio. Pura realidad para aquel que tenga corazón de poeta.
La oligarquía puede tener múltiples formas... llámense estas capitalismo, comunismo etc..
Pero 1984 además de esta rabiosa denuncia es una novela que tiene un gran sentido de la narrativa y de la estética. Pongamos un futuro relativamente lejano, qué se yo, 1984 o 2024 un mundo donde las tendencias ahora incipientes se han radicalizado, y el estado ha anulado a todos sus individuos. Es muy difícil imaginar el futuro la prueba de ello es como los mejores intentos de ciencia ficción van cayendo paulitanamente en lo obsoleto, ya sea 2001 odisea en el espacio o incluso un mundo feliz de huxley, pero yo entiendo este tipo de ciencia ficción como una alegoría, y lo importante es el sentido que su subyace debajo de las más o menos acertadas imaginaciones.
Curiosamente en un mundo feliz de huxley se llega a la conclusión que en ese hipotético mundo perfecto se asfixiaría el hombre por falta de heroísmo, Orwell crea un mundo infeliz donde se muere por exceso de heroísmo...

jueves, 19 de marzo de 2009

Los olvidados de Luis buñuel

He disfrutado mucho viendo este drama social, que mantiene siempre la tensión hasta el final y demuestra que el genio aragones podía saltar del mejor surrealismo a al realismo de más bella factura y todo sin la apariencia del menor esfuerzo.
Varios guiños, como cuando los personajes sueñan y la película entra en su interior nos recuerdan que ya había sido antes un maestro de lo onírico, pero sin salirse demasiado de la historia, sin pasarse, con gran sentido del tempo...
Luego vemos reminiscencias del Lazarillo de Tormes con ese ciego tan grotesco que apunta lo universal de la literatura española y todo con aire de cuento moral con un lejano aire atávico.
Es una obra maestra que te deja tan buen sabor de boca que cuando termina sigues pensando en ella un buen rato.
Los suburbios de la ciudad. Hace poco he leído un libro que ha pasado años desprecidado en mi mesita de noche, una pena. El caso es que me lo mandaron leer a la fuerza en el instituto y le cogí manía. De todas formas Tiempo de silencio me ha parecido una obra muy compleja y demasiado madura para un joven de diecisete años. Ahora que tengo treinta y tres puedo luchar contra la densa muralla de palabra que magistralmente Luis martín santos va tejiendo con increíble profusión.
La ratas, las chabolas y probablemente un régimen insensible que nadie tiene tiempo ni ganas de criticar a menos que se haga de soslayo.
Todas las tramas de la vida que van revelando sutilmente atrapándote apenas sin que te des cuenta.
Los olvidados es una obra con ese mismo aire maldito. Sin embargo una extraña fascinación se va deslizando poco a poco entre el premoritorio final. Hay algo bello en la crudeza de su personajes y en su juego cómplice.
Creo que era una de las preferidas de Julio Cortazar y no me extraña, porque Buñuel tan fresco como siempre demuestra una vez más su priviligiada manera de captar el lado oscuro de la mente humana y sin renunciar en ningún momento a la lucidez deja de escena en escena un rastro de perfume a sublime delicadeza.

miércoles, 18 de marzo de 2009

La negación del holocausto.

Pero ¿qué hacemos? desde Platón la política es un error necesario y tenemos que aguantar los disparates de los gobernantes.
Yo sinceramente votaría por la Anarquía pero y entonces quién me libraría del partido y de los minutos del odio...
Seguramente será mejor que la gente piense en si es de recibo o no que le den la medalla de las bellas artes a Fran rivera, ¿no?
Pero hoy me han negado el holocausto como si tal cosa, no ya sabes, yo no lo he visto, tal vez sea mentira y todo eso...
Cuando estuve en Marruecos era el pan de cada día, yo le daba vueltas a la cabeza, seguramente será porque el pueblo Israelí está masacrando al pueblo Palestino... la víctima no puede ser el verdugo. Pero la condición humano es así, hoy soy el débil y mañana seré el fuerte.
Ya veís que es posible la conciliación del fanatismo de naciones como Irán con la extrema derecha de Austria.
Lo importante es no perder el paso mientras llueve, ¿qué pasaría si no existiera la historia?
¿Sirve de algo saber todas las barbaries que se han cometido en el pasado? Quiero creer que sí.
Quiero creer que la cultura puede hacer mejor al hombre, aunque no estoy del todo seguro.
Según parece Rudolf hess el director de Austchwizt mataba a la gente con la misma naturalidad con la que un leñador tala en el bosque. ¿Por qué? pues parece ser que creía que estaba cumpliendo con su obligación, y que compartía las razones por las que se había llegado a la solución final. Me duele. Tal vez las cosas se repiten y nadie puede evitarlo. El eterno retorno de Nieztche, pero a mí me averguenza profundamente que la gente niege el holocausto.
Me parece una cosa horrible, puede que tal vez una más en la larga lista atrozidades de la raza humana. Pero la especialización me parece que fue un paso más allá. Las fabricas de la muerte. La muerte en cadena. La eficiencia alemana al servicio de Caronte. Los de las SS estarían ofendidos contra ese tipo de gente. ¿Cómo que no existió el holocausto? Nos costó mucho trabajo llegar a los diez muertos al día el Austchwizt, seguro que los Americanos o los rusos no lo habrían conseguido.... Ellos tienen escrúpulos... pero no son mejores que nosotros.. de hecho no les importó lo que estábamos haciendo y nunca bombardearon la línea de ferrocarril...